Un bebé no cuenta con la capacidad para poder detectar cuando una comida está caliente. Normalmente, se dan cuenta cuando se están quemando, por eso, una de las cosas a tener en cuenta cuando se vaya a adquirir una vajilla infantil personalizada es fijarse también en los cubiertos y a ser posible, que las cucharas vengan con un sistema de detección de calor.
Aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de comparar los cubiertos para un bebé
Una de las cosas claves es que tengan una punta blanda. Los más recomendables son los de silicona, ya que se adaptan mejor a la boquita de los bebés. El material de los cubiertos va a definir el presupuesto de los mismos. Existen cubiertos de acero inoxidable, de plata o de plástico, pero en todos los casos, lo que es importante es que sean antideslizantes y que no se resbalen cuando estén dentro del plato.
Así mismo, deben de ser ligeros para que el bebé lo pueda manipular de manera correcta y ergonómico. Este último aspecto es clave y debe contar con un mango fácil de sujetar por el bebé y lo suficientemente ancho. También se recomienda que los cubiertos tengan dibujos y colores llamativos que sean del agrado de los bebés para que sean ellos mismos los que pidan usarlos. De cualquier forma, el aprendizaje de comer él solo va a llevar su tiempo, por lo que por mucho que le pongas en frente unos cubiertos preciosos, lo más probable es que prefiera comer con las manos.