Características
Al no haber esquinas pronunciadas, el niño podrá manejar mejor los alimentos, ya sea con sus manos o usando utensilios, fomentando su autonomía y confianza en esta nueva etapa de su desarrollo. Este diseño proporciona seguridad, evitando accidentes como cortes o golpes que podrían ocurrir si las piezas tienen bordes afilados.
Los bordes redondeados también permiten que el niño, que está en proceso de coordinar sus movimientos, tenga una mejor guía para recoger los alimentos sin frustrarse. Además, un diseño ergonómico favorece que los pequeños comiencen a desarrollar habilidades motoras finas mientras comen, una fase clave en su crecimiento.
Otra característica esencial es que las vajillas sean antideslizantes. Los niños pequeños, que aún están aprendiendo a coordinar sus movimientos, suelen ejercer fuerza excesiva al intentar cortar o recoger comida, lo que puede hacer que los platos se deslicen o incluso caigan. Con una base antideslizante, el plato o cuenco se mantendrá en su lugar, minimizando el riesgo de derrames o accidentes, y dándole al niño un entorno controlado para aprender sin distracciones. Estas vajillas no solo promueven un entorno seguro, sino que también ayudan a que las comidas sean más agradables y menos estresantes para padres e hijos.