Si la hora de la comida se convierte en una auténtica batalla campal con tus hijos, prueba a ofrecérsela en una vajilla infantil personalizada de cerámica. Puede convertirse en la solución perfecta para que sea mucho más sencillo darles de comer y que incluso disfruten haciéndolo.
Vajillas infantiles de cerámica, una manera divertida de comer
Según expertos en nutrición, cuando los niños cuentan con una vajilla propia hace que se sientan grandes y que, por consiguiente, ofrezcan una predisposición mayor a acabarse toda la comida que tienen en el plato. Y ese temido momento por tantos padres, pasará a convertirse en uno de los mejores del día. En concreto, los platos infantiles les ayudarán a que se lo pasen genial mientras van comiendo e intentando descubrir los dibujos que se encuentran debajo de la comida. Y si además llevan su nombre, no verán la hora de terminarse todo para encontrarlo.
Otro truco para que coman bien y de una manera divertida, es ponerles unos platos grandes. De esta manera, la cantidad de comida parecerá menos de lo que en realidad es y no se sentirán agobiados por terminársela. Esto es fundamental cuando comienzan a comer solos. Eso sí, hay que tener en cuenta que hay que elegir preferiblemente vajillas infantiles de cerámica, puesto que las de plástico presentan muchas desventajas frente a la primera. De hecho, no resisten bien el calor y pueden incluso llegarse a fundir cuando tienen que aguantar elevadas temperaturas.